Contemplativos en el mundo
PAULO VI ENTREGA A JACQUES MARITAIN EL MENSAJE A LOS HOMBRES DE CIENCIA
«En realidad, la contemplación no es algo dado solamente a cartujos, clarisas, carmelitas... Ella es con frecuencia el tesoro de personas ocultas en el mundo [...]. La gran necesidad de nuestra época, en lo que a la vida espiritual se refiere, es poner la contemplación en los caminos [...]. Nosotros creemos que la vocación de estos contemplativos arrojados en el mundo y en la miseria del mundo, que son los Hermanitos de Charles de Foucauld, tiene en este aspecto una alta significación, y que se pueden esperar de ellos luces nuevas, en el dominio de la vida espiritual...»
(J. y R. Maritain, Liturgie et contemplation, Brujas 1959, 76-78)
«Estas consideraciones, que pertenecen a Jacques y Raïsa Maritain, están referidas a «aquellos que, viviendo la vida del buen cristiano en el mundo» con todo lo que de ello se sigue, «están dispuestos a ir más lejos, porque su corazón arde por ir más lejos, y se encuentran impedidos por muchos temores y obstáculos más o menos ilusorios»
(Le paysan de la Garonne, París 1966, 337)