“No debemos mezclarnos con el gobierno temporal, nadie es más convencido que yo, pero «debemos amar, la justicia y odiar la iniquidad», y cuando el gobierno temporal comete una grave injusticia contra aquellos de los cuales en cierta medida nosotros estamos encargados (yo soy el único sacerdote de la prefectura en 300 kilómetros a la redonda) se le debe decir; porque somos nosotros que representamos sobre la tierra la justicia y la verdad; y no tenemos derecho de ser «centinelas dormidos» «perros mudos» y «pastores indiferentes»”.