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La vida, los pensamientos, las preguntas de Jesús desde su nacimiento hasta su salida de Nazaret.

“Luego bajó con ellos, vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba todas estas cosas en su corazón. Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.” (Lc 2, 51)

“¿Qué habrá hecho en estos treinta años de silencio? ¿Cómo se comportaba en la casa, y de qué hablaba con su madre, con su padre, en su pueblo, con sus amigos? ¿Cómo hacía su trabajo? Creo que debemos pensar más en lo que Jesús no dijo, pensar en este silencio, para comprender el resto. Amar el largo tiempo que supo guardar silencio”.

(DAVID MARÍA TUROLDO, Dios también es triste, 1991)

INTRODUCCIÓN

Hace 2000 años que el personaje Jesús trajo a la historia humana una novedad revolucionaria e hizo nacer un gran número de discípulos más o menos fieles y, al tiempo, una gran cantidad de detractores y enemigos que quieren enterrar para siempre, o incluso borrar su existencia reduciéndolo a un fantasma creado por una fantasía enferma. Pero tanto en el amor como en el odio, como en el hecho de no creer en Él, no se puede prescindir de Él. Occidente y su historia están condicionados y empapados de Él, como lo muestran la cultura y el arte. El jubileo1 reavivó el deseo de hablar del "celebrado" según la interesante declaración del cardenal Biffi2. Se publicaron libros y se presentaron películas, que enriquecieron la bibliografía ya densa, escrita sobre Él desde los primeros siglos.

Los primeros textos fundamentales transmitidos hasta nosotros, son los cuatro Evangelios que recogieron de diversas formas las palabras y los acontecimientos de su vida, para comunicarlos a las diferentes comunidades, como respuesta ordenada y organizada a los primeros interrogantes y preguntas sobre la fe. Los Evangelios, recogiendo relatos orales y algunos textos escritos no elaboran una narración de su vida según el estilo de las biografías modernas, más bien organizaron el material a través de perspectivas teológicas alrededor del núcleo fundamental de la fe en Jesucristo, el Mesías enviado por el Padre, el Hijo de Dios, crucificado y resucitado para la salvación de la humanidad. Este método deja muchos vacíos y silencios sobre momentos de la vida de Jesús de Nazaret, sobre todo en el largo período de la "vida oculta", que corresponde según la tradición a los 30 años que pasó en Nazaret.

En consecuencia, a partir del siglo II se vio la necesidad de reconstruir la historia del Maestro, el Profeta, el Mesías, el Salvador, el Hijo de María, el Hijo de Dios, el Verbo hecho carne llenando los vacíos dejados por los Evangelios. Así nacieron los evangelios apócrifos tales como el evangelio según los hebreos, el evangelio de los doce apóstoles, el evangelio según los egipcios, el evangelio de Pedro, Mateo, Felipe, Historia de José el carpintero, el evangelio de Tomás, Bartolomé, de Bernabé, el proto-evangelio de Santiago y otros3. Documentos de interés que querían reunir los testimonios de fe al tiempo que la búsqueda apasionada de los primeros cristianos por conocer más detalles de la vida oculta de Jesús, que durante siglos, enriquecieron la religión popular.

La Vita Christi de Ludolfo de Sajonia escrita en el siglo XIV4, es la primera de una larga serie de intentos por conocer la vida oculta de Jesús. Desde entonces escritores y novelistas movidos por la fe se apoyaron sobre la figura histórica de Jesús5. Todos trataron de escribir sobre Él y de representar su vida, para llenar los vacíos dejados por los Evangelios o por la tradición, para encarnarlo en la actualidad o encontrarse con Él una vez más como signo de contradicción. En la reflexión teológica y bíblica y, principalmente a partir del siglo XIX, surge una corriente que, reflexionando sobre la relación actual entre el Cristo de la fe y el Cristo de la historia, se preguntaba si era o no posible reconstruir la vida de Jesús a partir de los Evangelios y el testimonio de textos y documentos de la misma época, de la literatura judía y latina, desde las investigaciones arqueológicas y desde la tradición. Partiendo de la incapacidad expresada de conocer los Evangelios como documentos de la fe que se basan en hechos históricos, vaciaron el personaje de Jesús de su divinidad, reduciéndolo a un simple hombre primero, y luego a un mito construido por la primera comunidad cristiana, tesis sostenida por la escuela racionalista protestante.

El recorrido intentaba descubrir en los textos del Evangelio, sin mucho éxito, las pocas verdaderas palabras de Jesús, descarnando el texto, eliminando cualquier evidencia de que pudieran entrar en conflicto con la racionalidad, en un proceso de "desmitificación", hasta llegar a la consecuencia lógica de que era imposible y por lo tanto innecesario escribir una vida de Jesús. Nació como reacción a esta corriente, en ambientes católicos y protestantes, la definición de la "historicidad" de los Evangelios y de su contenido y, por lo tanto, la capacidad de edificar en parte, la vida del Jesús histórico, en textos ahora famosos6.

En este trabajo no me atrevo a navegar por las diversas corrientes de los grandes de ayer y de hoy, ni a revelar cosas nuevas nunca expresadas, ni siquiera a tientas, para añadir una vida de Jesús a las tantas otras ya escritas por autores de gran valor. Sólo quiero situar discretamente a Jesús de Nazaret en su país y en su casa, y de pie junto a él, adivinar con la imaginación y la ayuda familiar de la palabra de los Evangelios, reflexionando sobre las aportaciones del material recogido de las lecturas de algunas obras antes citadas, preguntarme sobre la vida, el espíritu, el alma y el crecimiento de este niño que se convierte en un adolescente, en un joven, y luego, en un hombre en ese pequeño pueblo. Quiero descubrir en sus pensamientos, ese camino nunca escrito y revelado de su crecimiento humano y de fe, hasta llegar a sentirse parte de su gente, tanto en sus dudas e incertidumbres, como en la expresión de su amor cada vez más intenso por su pueblo, los excluidos, la humanidad, así como su toma de conciencia gradual de la vocación que le había sido dada, del ministerio que debía cumplir. Sondear su recorrido interior hasta la certeza de su naturaleza profunda y oculta de Hijo del Padre y de Hijo del hombre, hasta el abandono de su pueblo para hacer frente a los caminos de Galilea, Judea, la Cruz, para convertirse en el mensajero del amor misericordioso del Padre, de la paz, la justicia y la fraternidad universal y el Salvador esperado desde siglos.

Alguno va a sonreír, estoy seguro, ante esta pretensión e intento de atreverse a explorar los sentimientos, los pensamientos, el alma de este misterio que se llama Jesús de Nazaret, sobre todo en los treinta años de silencio absoluto de su vida cotidiana, sin signos distintivos, de los cuales sólo los Evangelios de Mateo y Lucas nos dan algunos retazos, habida cuenta que la forma literaria de midrash7, no se puede considerar como "historia" en el sentido moderno de la palabra. Acojo la sonrisa benévola y me atrevo a comenzar con unas palabras del Evangelio de Lucas, donde se dice que el muchacho "crecía en sabiduría y en gracia ante Dios y los hombres".

Creo que es posible cruzar el umbral del misterio, dejándose orientar por tantos puntos que aparecen en las palabras del hombre Jesús en medio de su misión, en las actitudes y los signos elaborados en este largo preludio. Creo que está permitido con la imaginación llevados del amor por Él, capturar los datos que el estudio de la historia de su gente, sus costumbres, la vida religiosa, especialmente los libros sagrados que formaron la base de la vida del pueblo elegido, tratar de dibujar un boceto, aunque torpe y frágil, de la vida y de su crecimiento en su tierra, en su pueblo y en su casa.

Jesús no se percibe sino por el amor que se siente por él, que se lleva en el corazón, a menudo, sentimientos y palabras que pueden ser más míos que suyos, y no sólo míos sino también nuestros, muchos jóvenes y no tan jóvenes que, como él buscan el camino de la verdad, de la justicia, de la fe. Al final Él sabe que todo lo que nace de un gran amor lleva en sí el germen de la verdad, incluso si no es apoyado por la perfección, que nunca es perfecto, de la reconstrucción histórica.

Una página además, humilde y sencilla, tratando de levantar el velo sobre el misterio de la vida oculta del Maestro y Salvador, junto con muchos otros ya escritos pero que nunca será capaz de poner fin a este milagro de la voluntad de Dios que se llama Jesús de Nazaret, el hijo de María, hijo del Padre.

Por las fechas, los personajes, excepto algunos, y los lugares me he limitado a la historia hasta ahora reconocida como incuestionable, sobre la persona y los tiempos de Jesús de Nazaret. Para determinar su edad me he apoyado sobre el acuerdo de colocar la fecha de nacimiento de Jesús en el 6 a C8.

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1 Hace relación al Jubileo del año 2000.

2 Nacimiento: 13 de junio de 1928, Archidiócesis de Milán, Italia. Sacerdocio: Ordenado el 23 de diciembre de 1950. Trabajó pastoralmente en la arquidiócesis de Milán, 1960 a 1975. Enseñó teología dogmática en el seminario de Milán y publicó numerosas obras sobre teología, catequesis y meditación. Episcopado: Elegido Obispo Titular de Fidene y nombrado Auxiliar de Milán, el 7 de diciembre de 1975. Consagrado el 11 de enero de 1976, Milán, por el Cardenal Giovanni Colombo, Arzobispo local. Promovido a la sede metropolitana de Bolonia, el 19 de abril de 1984. Cardenalato: Creado Cardenal presbítero, el 25 de mayo de 1985. Renunció al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Bolonia, Italia por haber alcanzado el límite de edad. Durante la Cuaresma de 1989 predicó los ejercicios espirituales para la Curia Romana. Asimismo dirigió los Ejercicios Espirituales de Cuaresma para el Papa y Curia Vaticana en 2007. Polémico. En una pastoral el cardenal pidió que Italia "no conceda más visados de entrada a usulmanes", así como "el cierre de todas las mezquitas e instituciones islámicas de Italia". Calificó la reforma del rito ambrosiano del modo siguiente "Quedará viva por mucho tiempo en la memoria desconcertada de nuestra Iglesia".

3 Cf. AURELIO DE SANTOS OTERO (Edit), Los Evangelios Apócrifos, BAC, 1991.

4 Vita Christi es un texto en el que se explora el ascetismo y la devoción, y desde su primera edición, gozó de un éxito inmenso entre la comunidad católica. El libro de Ludolfo de Sajonia, El Cartujano, quien nació en 1314 y murió en 1378, fue traducido al castellano por el franciscano Ambrosio Montesino. El soldado Ignacio de Loyola durante su convalecencia, poco antes de su conversión, en 1521, leyó precisamente Vita Christi, texto que le inspiró para fundar la Compañía de Jesús en 1539.

5 Cf. ROMAN BRANDSTAETTER, Jesús de Nazaret; GEORGES BERNANOS, Casi una vida de Jesús; FRANÇOIS MAURIAC, La Vida de Jesús; JOSÉ PAPINI, La historia de Cristo; LUIS SANTUCCI, También vosotros queréis marcharos, FERRUCCIO PARAZZOLI, La vida de Jesús; CESARE ANGELINI, La Madre de Jesús y la Tierra Santa; FULTON SHEEEN, La vida de Cristo; PLINIO SALGADO, Vida de Jesús; CAMPANILE, Por amor, sólo por amor; FREI BETTO, Entre todos Homens, SHUSAKU ENDO, Vida de Jesús; STEPHEN JACOMUZZI, Comienzo en Galilea; SERGIO FERRERO, ¿Quién decís que soy yo?

6 Citaré sólo algunos: SCHUERER, Historia del pueblo judío en la época de Jesucristo; J. JEREMIAS, Jerusalén en el tiempo de Jesús; LEÓN-DUFOUR, El Evangelio y la historia de Jesús; EMILE MORIN, Jesús y las estructuras de su tiempo; CARTSEN THIEDE, Jesús, historia o leyenda.

7 Explicación edificante de la Sagrada Escritura ya sea en forma de comentario, explicando versículo por versículo, ya en forma de homilía.

8 Error cometido por Dionisio el Pequeño (Exiguo), en el siglo VI.

 

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