Hermano Carlo Carretto

spello (mayo 1966 - octubre 1988)

De Manu B. Spello octubre de 1965

Hace varios meses, Paul y Edouard vinieron a visitar Spello, y de acuerdo con el Prior, decidieron comenzar en aquel lugar una fraternidad de formación, en un pequeño monasterio franciscano abandonado, invitándonos a participar en su rehabilitación para su uso.

Spello. Carlo Carretto en el claustro, 1966

En los comienzos de este proyecto encontramos a Leonello Radi, amigo de Carlo y actualmente coordinador de la Fraternidad Seglar de Foligno. Desde hace varios años tenía el proyecto en su mente y hacía gestiones para hacernos venir a Umbría porque estaba convencido de que esta región era muy adecuada para una fraternidad de desierto, de retiro y de formación. Le debemos mucho por su iniciativa y por todo lo que ha hecho diariamente para ayudarnos y facilitar las cosas. Ya que un gran número de jóvenes italianos pedían ponerse en contacto con la Fraternidad, se decidió que en lugar de orientarlos hacia Grenay, era más conveniente proponerles vivir un mes de pre-postulantado en Spello, donde podrían tener un primer contacto con la fraternidad sin tener que hacer un viaje largo. Por suerte, Carlo pudo liberarse de sus obligaciones en Bindua durante un mes, porque me encontraba en dificultades, a causa de mi poco conocimiento de la lengua máxime hallándome en el centro de Italia. No estaba convencido pues al llegar solo unos días antes de la apertura de este tiempo de acogida era preciso organizar rápidamente todo en una casa abandonada desde 1882. A pesar de mis reservas todo empezó bien, porque Leonard ya había hecho muchas gestiones de tal manera que poco a poco nos fueron llegando donaciones de todo lo necesario: camas, colchones, utensilios de cocina, estufas, donaciones de la gente de Foligno, (incluido el  mismo obispo) y de Spello; todos contentos de esta nueva presencia.

Al principio con Franco Carmassi, en la actualidad en Villeneuve,  y más tarde con Paul Collet, todo se fue organizando lo mejor posible y el 16 de agosto pudimos “comenzar a navegar”.

De Paul Cheval,  octubre de 1965.

Volviendo de nuevo nuestra conversación a Spello, he pasado por allí al final del periodo de acogida y he podido darme cuenta de lo oportuno de esta fundación.

Paul Collet está en este período en Bindua. Sabéis las dificultades de Carlo para encontrar en todo momento un sacerdote; no podíamos dejar las cosas tal y como estaban. Paul ha aceptado generosamente este cambio temporal. Se decidió que permanecerá en Bindua hasta el final de Semana Santa. Paul, por otra parte, no podía pensar volver a Mora(1) por el momento, su salud no está todavía lo bastante recuperada e incluso necesita todavía un seguimiento médico durante meses. Esta atención médica se podría hacer en Cerdeña acompañado por los hermanos. Quizás Carlo os comentará que en este momento está haciendo un tratamiento médico para sanar su pierna enferma. No se curará completamente pero se tiene esperanza de que se pueda recuperar hasta en un 60%. Gerard Gavel (Giovanni) está contento al tener junto a él nuevos hermanos después de casi dos meses de soledad.

De Gerard F. julio de 1966

A petición del Prior y de Paul, intento hacer un resumen de estos días pasados juntos en Spello con la finalidad de daros a conocer las conclusiones de esta reunión. Fueron los días de la inauguración de Spello, que como fraternidad de adoración y de retiro o como fraternidad de acogida, recibirá este verano, como el año pasado, una veintena de jóvenes italianos para pasar varias semanas como fase previa al postulantado. Spello también acoge a sacerdotes y laicos que desean hacer un retiro en el espíritu de la fraternidad.

Dos meses antes de nuestra llegada, Carlo y Gerard  Gavel habían utilizado todo su ingenio y sus relaciones para hacer de este pequeño antiguo convento franciscano de Umbría del siglo XV una fraternidad digna de ese nombre. Debo confesar que este rincón de Italia, impregnado de los recuerdos de san Francisco y de  su espíritu, es verdaderamente un lugar único que se presta admirablemente para acoger a la fraternidad. Por otra parte, es muy oportuno que esta nueva fundación nos recuerde que nuestra vocación es esencialmente contemplativa, aspecto que tenemos que salvaguardar, si queremos mantenernos fieles al mensaje y al testimonio del Hermano Carlos de Foucauld.

De Paul Cheval, agosto de 1966:

En Bindua, Paul Collet se encuentra ahora solo a la espera del regreso de Gérard Fabert y de la llegada de Yves Fauvel. En su momento, Paul irá a reunirse con Carlo en Spello, para tratar de organizar la fraternidad. Hablaremos de este asunto más adelante.

De Carlo C., agosto de 1966

En espera de Paul Collet, no quiero retrasar comunicaros algunas noticias de la nueva fraternidad de Spello. La Fraternidad de Spello comenzó su vida con el retiro predicado por el Padre en julio; retiro clarividente y beneficioso para todos. Tuvo una especial importancia para la fraternidad y para mí al tiempo que fue como el acto de bautismo de la fraternidad de Spello.

Spello. Celebración en la Capilla.

René Voillaume  preside la celebración

Spello, como sabéis, se sitúa en las afueras de Asís, en las laderas del monte Subasio, en la ladera sur. Tiene toda la dulzura del paisaje de la Umbría que es bien conocido y amado. La Fraternidad se encuentra en un antiguo monasterio franciscano, a unos 500 metros de la ciudad de Spello, conservando la sencillez y la armonía de la Edad Media.

El pequeño convento que ahora alberga a la fraternidad vio llegar en sus comienzos a Gerard Fabert, iniciador de la obra. Se necesitó un gran coraje para empezar la rehabilitación en orden a convertir habitable el inmueble. Tuvo la suerte de poder contar con la ayuda inestimable de Henri Chasseriau, Giancarlo y Orlando (postulantes). Orlando, con su talento de pintor, ha decorado la capilla con un Crucifico y la imagen de la Virgen.

Ahora, lo más necesario se ha hecho. La fraternidad puede comenzar a funcionar. Será la base de  algunas ermitas, que habrá que organizar en las laderas del monte Subasio, para poner a disposición de los hermanos que deseen hacer su mes de desierto. Hasta ahora hay dos ermitas acondicionadas, y se piensa construir otras para responder a las necesidades de la fraternidad. Esta fraternidad de Spello acogerá también el pre-postulantado de Italia. Muchos jóvenes quieren profundizar en su vocación por lo que hace necesario contar con un lugar preparado para un primer contacto con la Fraternidad. Durante este verano de 1966 quince jóvenes han utilizado este espacio.

Por último, debe ser un lugar para acoger a aquellos que deseen experimentar la atmósfera espiritual de la fraternidad y compartir la oración con nosotros. Dada la posibilidad de la casa, con veinte camas, se puede considerar la acogida de un número limitado de personas. Durante este período, una treintena han pasado por Spello. Para el funcionamiento  y la atención de esta fraternidad un poco peculiar, se ha nombrado a  Paul Collet y yo, los dos “jubilados”. Tratamos de dar a esta fraternidad un tono de fraternidad de adoración puesto que pensamos que es realmente lo que se necesita para transmitir el mensaje del Hermano Carlos, en esta tierra de Italia que lo solicita. Sin duda, la proximidad de los lugares donde vivió san Francisco, nos acercará a la tradición de pobreza y de oración, que se encuentran en el entorno natural de estos lugares. Espero más adelante poder darle más noticias de esta fraternidad que está a vuestro servicio y os espera.

De Paul Cheval, septiembre de 1966.

Por tanto, Spello está abierto. Paul Collet llegó inmediatamente después de la ordenación de Gérard Fabert a Bindua. Permítanme ser claro, Carlo se olvidó de decirle que Spello no es para retiros de grupo, salvo por supuesto para la fraternidad como se celebró este año.

Por otra parte, como usted ya sabe, un segundo noviciado está abierto en Spello, cerca de la fraternidad existente, comenzó el 9 de abril con la toma de hábito de ocho hermanos (Hubert Browens de los Países Bajos, Jean Louis Lejeune de Francia, Ruedi Schonbakler de Suiza, Max Decrop de Francia, Roger Gagnon de Canadá).

Pierre Queinnec se encarga de este nuevo noviciado, en este entorno a la vez tan rico y despojado de la Umbría-franciscana.

Carlo y Paul Collet han trabajado duro en los últimos meses para preparar el nuevo noviciado a veinte minutos de su fraternidad. Pierre me dijo que lo hicieron muy bien. Las dos fraternidades se complementan con acierto y entiendo la alegría de unos y de otros. Intentaré pasar tres semanas pronto con ellos. Aprovecharé para hacer mi retiro anual en una de las ermitas que ya existen y pasaré el resto del tiempo entre el noviciado y la fraternidad de Spello

De Paul Collet, abril de 1967.

Se debe hacer una primera evaluación de las jóvenes fraternidades de Spello. Los primeros meses que son siempre difíciles, nos permiten tener una idea más precisa sobre la presencia de esta fraternidad en el corazón de la Umbría. Sin duda, es para los hermanos y sus amigos un lugar para orar en paz. Lo único que los hermanos piden a sus amigos, huéspedes y visitantes, es respetar las áreas y los tiempos de silencio y de adoración. Aquí realmente se siente la gracia del Hermano Carlos de Jesús, que ha dejado la puerta abierta a todos y se alegra de la llegada de los amigos, sean quienes sean, para orar juntos ante el Santísimo Sacramento expuesto. La otra fuerte característica, en el corazón de la Tierra franciscana es el redescubrimiento, en la continuidad entre Carlos de Foucauld y san Francisco, en el amor a la soledad y  a la pobreza.

Las ermitas del monte Subasio, cerca de la de Carceri(2), invitan al recogimiento. La pobreza, no en las limosnas, pero en el trabajo de los pobres y con los pobres; compartir el trabajo del campo (la recogida de las aceitunas, cavar la tierra, echar el estiércol), todos trabajos ocasionales, duros y mal pagados. El resultado de estas dos fuerzas (la recompensa prometida por el Evangelio), para todos los que viven o transitan en el antiguo convento, es encontrar paz y serenidad.

Para todos aquellos que entran en el claustro, es el mensaje que está escrito en las paredes. El invierno fue muy frío y no podemos esperar organizar un convento de quinientos años como una residencia moderna. Esto no ha impedido que no hubiera acogida, al contrario una rotación de amigos (sacerdotes o laicos) han venido a hacer retiro o a compartir algunos días con nosotros. Sería difícil hacer una lista. Lo que se puede decir es que vinieron de todos los horizontes geográficos y sociales. Aquí radica la gran particularidad de la Fraternidad, en su papel de acogida, recibir e integrar “personas”, por unos días en la vida de oración y de trabajo de la Fraternidad.

Algunos pre-postulantes que han pasado por aquí, o pasarán un tiempo más o menos largo, contribuyen con su juventud a bajar la edad media de los hermanos. Ahora tenemos todavía que echar una mano para la rehabilitación de la casa del noviciado que comenzará en el mes de abril...  pero eso se hará pronto. Cada día, por turno, se tiene un recuerdo especial por cada una de las fraternidades durante la eucaristía, cumpliendo así este servicio del amor fraterno y de intercesión, sentiéndonos así unidos con vosotros, en los lugares en donde vivís. Os esperamos para el mes de julio para lo que ya se puede  llamarse el capítulo general”.

Por la tarde, los últimos que se esperaban llegan al pequeño monasterio de san Jerónimo, situado a los pies del monte Subasio. En todos los rostros se trasluce una alegría viva e intensa, es lo hermoso de reunirse así una docena de hermanos del Evangelio llegados en su mayoría desde las fraternidades más lejanas. Para algunos es la sorpresa y el descubrimiento, para  otros la alegría de encontrarse. El pequeño claustro recogía sonoramente con la alegría del encuentro. Por otra parte, el claustro, renovado este año, se armoniza muy bien con la alegría de todos, con el blanco brillante de sus arcos y  el verde alegre del césped alrededor del viejo pozo. Incluso una pareja de palomas se unió espontáneamente a la fiesta. También en la capilla se notaba las mejoras. Al día siguiente cada uno empezó a hablar en italiano para seguir la liturgia y el breviario. Los hermanos del noviciado de Spello nos acompañan para escuchar las dos conferencias del prior. Ha sido un placer conocer el pequeño grupo de ocho novicios, muy unido y rico  a la vez en su diversidad. Además cada uno tiene la oportunidad de conocerlos mejor al compartir con ellos la comida en el noviciado. Es una vieja granja situada en la ladera de la colina, entre olivos, allí se disfruta de una espléndida vista que abarca las laderas del Subasio, donde hay un antiguo pueblo (Collepino), se divisa Spello, cerca el pequeño convento, y a lo lejos la ciudad de Foligno.

Jueves, 15 de julio

Se decide proceder a las elecciones para formar el gobierno de la fraternidad: el padre Voillaume, responsable general; Paul Cheval asistente; Edouard Guttermann, Carlo Carretto y Gerard Fabert consejeros. La elección del nuevo consejo es importante. Su funcionamiento será más eficaz y regular, por la cercanía de Carlo Carretto y Gerard Fabert que sustituyen a Arturo Paoli y André Brunet demasiado lejos para participar sin grandes esfuerzos.

De Ruedi S., junio 1968

Leyendo el diario interesantísimo de nuestra fraternidad en medio de los pueblos indígenas. No hace falta decir que los he leído con un sentimiento peculiar y, como dice Orlando, teniendo siempre una parte de mi corazón con mis amigos K'ungs (pueblo nómada del sur de África). Pensé que hace tiempo que no se han publicado noticias de Spello. Tal vez porque tenemos la impresión de que no hay cosas interesantes que contar, o porque es una fraternidad uno poco “especial”, pero ¿esto es verdad? No lo creo en absoluto. Cada fraternidad tiene su propia impronta y de este modo enriquece con su testimonio al conjunto. Ya nos sentimos menos especiales al estar de hecho tres, lo que parece ser el mínimo necesario para llevar a cabo nuestra tarea aquí, y tener a largo plazo un ritmo de vida posible durante un tiempo largo. Pronto tendremos la alegría de tener a Paul Collet con nosotros y espero que pueda hacernos participes de las riquezas recogidas en el desierto.

La nueva distribución que estamos haciendo nos ayudará mucho al disfrutar de una sala de reuniones disponible en la parte inferior para acoger a la gente y hablar con los grupos, que hacen retiro, sin molestar a los que están en la capilla.

Una pequeña capilla recoleta en la parte superior permitirá a los hermanos, en momentos de grandes acogidas, rezar en silencio sin encontrarse siempre como en “un escaparate”.

Una habitación, preparada para el padre René Voillaume, tiene una espléndida vista sobre la llanura para inspirarlo, y esta equipada de las tomas de corriente eléctrica, indispensables para favorecer un trabajo racional durante su estancia.

El arreglo de dos nuevas ermitas, una en el pequeño pueblo de san Giovanni, donde viven aún cuatro familias en torno a una capilla  y donde se pueden enviar a familias jóvenes que quieren hacer unos días de retiro (la organización actual de la fraternidad no nos permite acoger a mujeres);  esperamos que una fundación de las hermanas pueda algún día ayudarnos a encontrar una solución a este problema. La otra ermita, la sexta, incluye una capilla, y al lado la posibilidad de acampar, para grupos constituidos cuyo ritmo de trabajo molestaría a los que vienen a la Fraternidad para vivir con nosotros durante algún tiempo. Su vida con nosotros es esencialmente la oración, que unifica y centra el día, el trabajo con sus contactos y la vida sencilla en la fraternidad, donde se habla de cuestiones importantes. Para nosotros a menudo, es emocionante notar la gran sed de una vida verdaderamente cristiana, el hambre de conocer a Dios, de vivir por Él y con Él.

spello: Ermita de san Francisco. Destruida en el terremoto de 1997

Es cierto que este ir y venir de gente es a menudo duro, porque continuamente estamos obligados a conocer a gente nueva, para profundizar en la amistad; entonces, cuando llegas a cierto punto, nos separamos; nadie, sin embargo, se marcha sin sentirse enriquecido, lo que continuamente nos obliga a repensar nuestros motivos y nuestras razones. ¡Y qué alegría cuando se puede ver agun fruto: como el caso de uno de nuestros amigos más queridos que ha descubierto de nuevo la presencia de Jesús en la Eucaristía. ¡Es una verdadera conversión! Creo que este es uno de los frutos más importantes del mensaje del Padre de Foucauld, en nuestro ambiente; de esta manera esperamos encontrar algún día, la oportunidad de ayudar mejor a la gente...

Al estar en fraternidad tres nos permite aprovechar más regularmente nuestras ermitas, descubriendo cada vez más la riqueza extraordinaria de estos tiempos tan importante para un equilibrio espiritual. Termino de escribir este diario en Grenay, pero no sin dar las gracias a Carlo, por todo lo que me enseñó, o mejor, por todo lo que el Señor me ha hecho comprender en Spello. Espero solo que esta fraternidad pronto conseguirá encontrar un tercer hermano (indispensable), que pueda ocupar mi lugar.

De Carlo Carretto, Noviembre 1968

El sol de otoño hace brillar sobre el Subasio de color rosa las hojas de los árboles. A su alrededor hay una gran paz y un gran deseo de disfrutar de los últimos días de calor, antes de la llegada de la niebla de otoño, que sobre la llanura se extiende alrededor de Spello.

Hoy he dado la vuelta de las ermitas con el viejo coche “giardinetta” para poner todas las cosas en orden y cerrar las puertas. Estamos al final del la acogida del verano y las ermitas también quedan en descanso. Escribo este diario desde la ermita de san Francisco, la más elevada, donde se pueden ver las siete ermitas que forman la “Tebaida” de la pequeña fraternidad de oración de Spello. Siete ermitas parecen mucho, pero ahora no son demasiadas, teniendo en cuenta la vida de la fraternidad de Spello: las necesidades de los novicios y las demandas de los amigos. Se puede decir que están abiertos desde Semana Santa hasta el final del otoño, pero me gustaría hablar un poco de cada una. Como ya he dicho, la más alta es la de san Francisco, es la última. Se utilizó por primera vez con motivo del mes de desierto de Francisco Hulsen. Francisco quería vivir un retiro solitario en lo alto de la montaña, realizando un trabajo. Le hemos dada esta satisfacción entregándole un establo  antiguo, en un lugar apartado, que había tenido ya algunos arreglos.

Cuando ha bajado después de cuarenta días había transformado por completo el lugar y, sobre todo, había creado una capilla que es, creo, la más bella de todas las ermitas. La ermita de san Francisco es sin duda la más adecuada para largas estancias y está disponible para los hermanos que hacen un mes de desierto. Desde allí, mirando hacia Spello  se abre un claro con una pequeña plataforma en el centro donde se encuentra san Elías, ermita que ha acogido ya a varios hermanos tales como Paul Cheval, Xavier, Gérard Fabert, e incluso el ministro de la Marina, John Spagnolli, un amigo de la Fraternidad. Situado en las faldas del Subasio también, era un viejo edificio abandonado. Cuando Paul Cheval hizo su retiro, no estaba todavía arreglado soportando grandes dificultades para defenderse contra el frío y el viento. Ahora está todo en orden: puertas, ventanas, chimenea para los días fríos. La capilla ha sido habilitada por Ermete y Ruedi. Cerca, a unos 400 metros, se sitúa la ermita de san Elíseo, una casa donde se guardaba las aceitunas. Se encuentra en medio de un olivar que protege del viento del Subasio. Es una ermita “seria”, de hecho, siempre se manda allí a los canónigos y monseñores que quieren experimentar el gozo de la soledad.

Frente y más bajo se encuentra la ermita “P. de Foucauld”, frecuentada sobre todo por los novicios de la fraternidad. Tiene la ventaja de estar en los viñedos, con abundancia de uvas, higos y melocotones. Gérard Fabert hizó allí su mes de desierto.

La ermita de santa Teresa se encuentra saliendo del noviciado y pasando la "Chiona"(3), es un edificio más grande con una espléndida vista sobre Foligno. Pierre Queinnec lo utiliza para los retiros de fraternidad durante el noviciado. De hecho, se puede ir en grupos. de cuatro.

La sexta ermita, san Giovanni, es un tanto especial. Fue pensada para permitir a jóvenes casados hacer retiro siendo muy solicitada.

Este año vino una pareja en crisis a punto de divorciarse, cuando regresaron habían hecho de nuevo la paz. Una buena revisión de vida y el clima de oración le habían permitido reconocer y aceptar sus errores.

La última ermita es la de Nuestra Señora de la Providencia,  se encuentro a 7 km de Spello  en el camino  que va de Collepino a san Giovanni. Es la ermita de los grupos. Es un poco una contradicción y es por tanto una respuesta a un gran problema. Me explico: la fraternidad de Spello, a pesar de su deseo de silencio, tiene un gran número de visitantes, de jóvenes, de sacerdotes que quieren venir a convivir con nosotros en un clima de unos días de retiro. La fecundidad del mensaje del Hermano Carlos de Jesús, en medio de la multitud de ofertas espirituales, en el despertar de la espiritualidad de la italiana cristiana provoca una afluencia significativa de personas en busca de silencio, de oración y  de vida evangélica. Os comento que en el año pasado hubo 3.000 personas que hicieron retiros y os hablo solo de una parte de lo que la fraternidad está llamada a organizar para cumplir con su papel.

De ahí la necesidad de organizar este “retiros para los grupos”. Mientras que en la fraternidad de Spello se recibe solo a personas individualmente, en la ermita de la Providencia se reciben grupos homogéneos que desean tener experiencia de trabajo y de oración. En cuanto a la fraternidad de Spello, el día esta organizado de la siguiente manera: el trabajo por la mañana después de la alabanza y la meditación sobre el evangelio; después del almuerzo se celebra la adoración eucarística y el día termina con la celebración de la eucaristía a las seis de la tarde. Todo el día se vive en un gran espíritu de caridad. He querido hablaros de las ermitas de Spello para que las recordéis en vuestras oraciones de vez en cuando. Pedid al Señor que aquellos que pasan por estas ermitas, en Spello, encuentren la paz, la paz verdadera y profunda que encontramos en la unión con Dios y en la oración constante. Pedid para que los estamos en este servicio de atención y acogida en esta montaña del Subasio, que es la misma donde vivió san Francisco de Asís, volvamos poco a poco al deseo de evangelizar a los pobres y de vivir la contemplación en nuestros en los lugares donde nos hallemos. Escribiendo esto para vosotros, puedo asegurar que la fraternidad de Spello estará siempre feliz de poder acoger en sus ermitas de la Umbria y de colaborar con todo empeño en aquello que creyó Carlos de Foucauld viviendo sus intuiciones más profundas: soledad y oración prolongada y constante.

De Paul Cheval

Carlo se marcha, a principios de noviembre de 1968, con un grupo de italianos, en peregrinación a Tamanrasset. De regreso se detendrá en Béni Abbès, donde permanecerá hasta marzo. La vida de Spello es difícil y Carlo necesita este descanso junto a la tranquilidad de Béni Abbès antes de enfrentarse al trabajo de un nuevo año. Es fácil imaginar los días de Spello, donde Carlo tiene que responder a los numerosos problemas planteados por los sacerdotes o laicos al tiempo que a la organización de sus estancias para facilitarles la estancia les suponga ante todo un encuentro con Dios. Orlando va a trabajar todas las mañanas y ayuda al resto de la jornada a Carlo. Durante la ausencia de Carlo, Tullio vendrá de la fraternidad de la Cité des Brosses(4) para vivir con Orlando.

Entre 1968 y 1978, Carlo hace cinco viajes a Béni Abbès. Durante su primera visita a Béni Abbés Carlos fue ordenado diácono(5) el 6 de febrero de 1969.

        Carta de Carlo a Paul Cheval, Béni Abbès, Epifanía 1969.

Estimado Pablo, te expreso  y contigo a todos los hermanos, mi más profunda alegría. En la intimidad de la ermita de Béni Abbès fuí ordenado diácono, con la imposición de manos por el Obispo del Sahara, monseñor Raimbaud. Ha sido una cosa maravillosa y no podía desear más. Con mi querido hermano Alain Gashard, feliz como nunca, tuvimos junto a nosotros todo lo que se podía desear, el sitio la ermita de Carlos de Foucauld, los hermanos y hermanas, la familia de Alain, tres hermanos de Jesús entre ellos Jean Marie ya anciano, que vino a propósito, y la pequeña comunidad de cristianos de la zona. Me siento feliz.

Por fin he alcanzado la aspiración de mi vida. Desde mi conversión me he sentido diácono de la iglesia. Este fue siempre mi deseo: anunciar el Evangelio y servir a la iglesia de los pobres. Ahora regreso con nuevo ánimo y.... con el impulso del don del Espíritu Santo. Tengo la impresión de estar rejuvenecido al tiempo que me siento más cerca de todos los hermanos, sobre todo de ti que siempre he admirado y amado como un auténtico evangelizador. Te abrazo. Carlo.

        Diario de los novicios Beni Abbes, marzo 1969

Ermete  nos ha “reclutado” como albañiles; tiene cuatro o cinco obras en torno a la ermita, que están a pleno rendimiento. Carlo estuvo con nosotros solo al principio: para contemplar las estrellas y enseñarnos cómo hacer sandalias. Dos cosas muy útiles en el desierto. Hemos visto a Alain G. sólo el domingo ya que su retiro dura cuarenta días.

De Tullio, junio 1970.

Normalmente al principio de un diario se presenta a los hermanos que componen la fraternidad, pero esta vez lo tengo complicado, de hecho durante los dos últimos años hubo una alternancia de entradas y salidas. El más estable he sido yo, con excepción de los dos meses en Béni Abbés, durante el verano pasado. Por esta razón me encargaron de comentar este período.

En primer lugar, tengo que decir que Spello fue una experiencia importante para mi desarrollo interior, mi vida de oración y  el encuentro con otra gente. Cuando llegué en septiembre de 1968, desde la Cité des Brosses, era solo por un par de semanas a fin de profundizar de nuevo en mi vida religiosa, para orar con más calma, reflexionar y descansar.  Aprecié inmediatamente en Spello un clima de oración, de paz, y de apertura. Os comento algunas noticias de los últimos meses. A principios de noviembre de 1969, Carlo nos dejó por segunda vez, para pasar unos meses en Béni Abbès. Se encontraban conmigo Paolo y Pierangelo, dos jóvenes que habían pedido quedarse un cierto tiempo en la comunidad, para profundizar en su vocación, y que actualmente se encuentran en Grenay(6) en el postulantado. Rápidamente nos hemos instalado en la planta baja para disfrutar de un lugar  más íntimo y más fácil de calentar. Queríamos vivir  más entre nosotros y por eso reducir, en cuando sea posible, el número de visitantes, pero para ser honesto, es una tarea ingrata rechazar a decenas de gente y tener que escribir decenas de cartas con respuestas negativas. Esta situación me ponía en un estado de autodefensa, actuando de forma negativa en mis relaciones con los demás. Sin embargo nunca estuvimos solos, porque siempre había visitas inesperadas, casos urgentes de los cuales no se podía rechazar. Un sacerdote con dificultades, una chica que busca la fe o la razón de su existencia, un empleado que quiere aprovechar unos días libres, viejos amigos, etc.

Pero hubo muchas cosas positivas en este período invernal tales como la posibilidad de tener un trabajo más regular en el campo o como pintores en edificios, lo que nos permitía ser fieles a nuestra vocación y estar más cerca de la gente del pueblo de Spello. La gente de Spello se acerca con mayor facilidad cuando no hay demasiadas visitas. También a nosotros nos beneficiaba en cuanto disponíamos de más tiempo para ver a los amigos, escucharlos y visitarlos.

De este modo nuestra vida de fraternidad ganó cada día más tiempo para dedicar espacio para la oración sin prisas al tiempo que nos facilitó más oportunidades de intercambio entre nosotros. La proximidad de Giancarlo me fue muy útil. Está integrado en la vida de la fraternidad de Spello con la preparación  de la revista “Jesús Caritas”. Es responsable también de la  comunidad parroquial de Límiti(7). Con él y con la fraternidad Jesús Caritas hemos trabajado durante varias semanas para rehabilitar la ermita de Vallegloria, y de modo especial su magnífica capilla.

Con la proximidad de la  celebración de la Pascua de Resurrección comienza a notarse el despertar de la primavera, la gente empieza a llegar y mandar cartas de solicitud de acogida. Carlo anunció su inminente regreso. También se prevé el regreso de Paul Collet.  Fui a visitarlo a Roma, donde había pasado algún tiempo esperando la temporada de buen clima. Está realmente recuperado de su accidente cerebrovascular. A la espera de su regreso de nuevo a Spello, se le ha preparado una habitación en la planta baja; en la actualidad pasa unos meses en Limiti con Giancarlo. Más tarde regresó Carlo y fue recibido con alegría por todo el mundo, de manera especial por mí, al contar con un hermano que me puede liberar de la carga de responsable. Cuando Pierangelo y Paolo salieron para Grenay llegaron providencialmente César y Antonio. Querían marcharse inmediatamente para América Latina pero, con sacrificio, se dejaron convencer para quedarse durante el verano. Serán una valiosa ayuda para Carlo y Paul Collet, así como una presencia para equilibrar el testimonio de la fraternidad, porque siempre habrá uno o dos hermanos ocupados en el trabajo,y al tiempo podrán atender y animar a los grupos. Otro acontecimiento feliz y muy deseado fue la fundación de una Fraternidad de las Hermanas del Sagrado Corazón en una granja no muy lejos de nuestra fraternidad, que en su día fue ofrecida para nuestro uso y que ahora han ocupado las hermanitas. Las hermanas han aceptado ocuparse de la acogida de las chicas que llegan en un número cada vez mayor a la fraternidad y que a lo largo del tiempo nos han creado algún problema en la acogida. Por lo que a mí respecta en este momento puedo ya marcharme sin el remordimiento de dejar a Carlo solo. Aun más, la fraternidad gitana que había soñado durante mucho tiempo, acaba de convertirse en una realidad. Después de haber encontrado en Luigino recién acabado su noviciado, un hermano con quien fundé esta fraternidad, con la aprobación del Padre y del Consejo, estoy preparando mi partida, disfrutando de las últimas semanas de este ambiente de cordialidad fraternal, de amistad, de oración, de acogida que me suscitan una gran nostalgia a la hora de  dejar la fraternidad de Spello.

En unión fraternal con todos vosotros.

De Giuseppe F., noviembre de 1974.

Carlo público en un periódico importante del norte una oración sobre el referéndum del divorcio en Italia, el 7 de mayo. Habíamos reflexionado largamente sobre el tema y lo habíamos comentado detenidamente juntos.... He aquí el texto de la oración de Carlos:

“Dios mío, tengo que votar en unos días y estoy lleno de tristeza. Lo que tengo que hacer es tan amargo: la inquietud de los pobres, la incertidumbre de los pequeños, la debilidad del que no está acostumbrado a hablar, se agolpan en mi mente. ¿Por qué todo esto? ¿Por qué tantas mentiras? ¿Por qué una manipulación flagrante del sentido religioso de los sencillos? Señor, he visto en un muro esta frase amenazante “si votas no, estás en pecado mortal”.

Pensaba que este tiempo había terminado, soñé con una Iglesia menos miedosa, con más confianza en Ti. Y al contrario, me parece que se ha vuelto unas décadas atrás, cayendo de nuevo en las cruzadas entre hermanos que no se aman, que vuelven a excomulgar a sus hermanos, que no son conscientes de utilizar un arma religiosa en el contexto del derecho civil, manipulando tan fácilmente las conciencias y, a menudo, con tanta falsedad. El problema no existe para nosotros como iglesia, y mucho menos como Iglesia del futuro.

Las cosas son tan sencillas. ¿Quien niega la unidad familiar, quien afirma que el divorcio es una buena cosa? La cuestión va más allá. ¿Te sientes, hermano, capaz de negar el divorcio a quien no tiene tu fe? Hazlo, si tu piensas que esto le va a ayudar, eres libre. Yo, por ejemplo, no lo haré porque no creo que una ley pueda cambiar las cosas máxime cuando la familia ya no existe. Se acabó el tiempo de pretender con la fuerza trazar el camino al hombre decidido a no seguir viviendo con su pareja, te referirías así a un pasado que ya no existe.

La indisolubilidad del matrimonio, como hecho religioso, ahora es posible solo como una opción de fe. ¿Si no existe la fe cómo se puede imponerla con la fuerza religiosa? El sentido del referéndum es si esa ley puede imponerse desde el derecho civil y en consecuencia no se debe dar consejos en el confesionario y menos con la amenaza del infierno. No, señor, estoy triste. ¡Desgraciada tu Iglesia! Se dirá que busco razones para crear divisiones, se dirá que ante la libertad de conciencia me he vuelto insensible. Y justo en este momento en que hemos aprendido la lección de la libertad y de la responsabilidad personal. Quería guardar silencio, oh Señor, tú lo sabes, porque sentía la ambigüedad con la que se impone a los pobres este referéndum. Pero hoy mismo, un pobre que no podía entender y quería saber, me pidió que le ayudara como cristiano. ¿Puedo permanecer en silencio cuando alguno de estos pequeños es herido y confundido por la manipulación política que se hace de su fe?

Recuerdo tus palabras, Jesús “Es mejor meterse una piedra de molino alrededor del cuello y arrojarse al mar antes que escandalizar a uno de estos pequeños” (Mt18, 6)(8). Así que le dije, como te digo a ti, Señor, voy a votar No, porque me da vergüenza votar Sí, frente a las familias que ahora están ya divididas. ¿Qué has hecho tú, Carlo, para defender el amor de estas familias, para enriquecer su unión?

Cuando salían decenas de miles de emigrantes, ¿qué has hecho tú como cristiano, has escrito en la pared: “Quien deja salir un solo emigrante comete un pecado mortal”? ¿No fue el momento de actuar para defender la unidad de la familia? Estos pobres hombres, hacinados en las barracas en Suiza o en Alemania desde hace años y años, ¿cómo pasaban sus noches lejos de sus esposas? ¿Tratad de pensar en ellos? Voto No, porque quiero estar al lado de los pecadores. Prefiero encontrarme en anatema antes que juzgar a los hermanos. Ellos son pecadores, han tenido tantos malos ejemplos por parte de nosotros que nos llamamos cristianos, que les prometo que no voy apoyar una ley para aumentar su sufrimiento tan grande y herido. Quiero de acuerdo con ellos, darles la esperanza de que Dios no los abandonará, como no ha abandonado a su pueblo “a la dura cerviz” de la Antigua Alianza. Yo voto No, porque espero que después de recibir una buena lección, es la última vez que nosotros, los católicos, nos atrevemos a salir en público como defensores de un pasado de compromisos, sin el aliento de la profecía y del amor al hombre. ¿Y tú, Señor, por quien votas? Me parece intuirlo a través de la paz que siento. Por tanto espero que tú, tengas en tus manos, la mano de los sencillos y los pobres no buscando al votar apoyarse en el poder sino estar solamente de acuerdo con Tu Voluntad.

Tu Voluntad es la Voluntad de la Salvación, que ahora se orienta hacia una iglesia nueva, que ha madurado y no tiene ningún deseo de imponerse en la ley, que se encuentra junto al hombre, incluso si es un pecador y más bien, por eso, necesita todavía más amor y comprensión. Señor, mi angustia en este momento es tu Iglesia. Que sea libre.

La libertad encontrada en Tí y solo en Tí, podrá inspirar a nuestros hermanos en el verdadero anuncio de la liberación y de este amor que con tanta novedad has revelado en tu Hijo Jesús. Evitadme, Dios mío, ver surgir de estas piedras, hijos de Abraham. Amén

De Giuseppe Florio.  Agosto 1978.

Después de la visita de François (agosto 1977) decidimos pasar la Pascua juntos en el desierto. Lo hemos esperado con  mucha impaciencia. Por otro lado existía el deseo y la necesidad también física de silencio, de soledad, de espacio, de tiempo de oración prolongada y tranquila; porque son las cosas más difíciles de asegurar en nosotros que vivimos siempre en Spello.

Y luego existía otro aspecto muy importante, el estar juntos durante mucho tiempo sin tener que preocuparse ni de otros compromisos ni de la acogida y con todo el tiempo necesario para el intercambio y el encuentro entre nosotros. Todo esto parecía un sueño, pero un día Givanni nos dijo que su médico le impidió el viaje. Su corazón en vía de recuperación no podía soportar un viaje en el Sahara (con todo lo que conlleva) pues podría comprometer seriamente su lenta recuperación. Este imprevisto nos provocó mucha tristeza. ¿Qué hacer? En primer lugar hemos decidido cambiar por completo nuestro viaje para estar juntos. No obstante al final decidimos ir al desierto para dar a Carlo la oportunidad de ver de nuevo a los amigos y los lugares donde había trabajado duro, pero de este “adiós al Sahara”, os hablará Carlo por si mismo.

El 9 de marzo de 1978 salimos con Carlo desde Nápoles a Túnez: 11 - 12 de marzo: Touggourt; 16 de marzo: Tazrouk; 17 - 18 de marzo: Assekrem.

Carlo y yo habíamos pensado durante mucho tiempo en Spello donde la “invasión” va adquiriendo proporciones preocupantes. Tenemos que encontrar medios de defensa, y no es fácil defenderse  evangélicamente.

Me explico: Como sabéis, nuestra fraternidad está centrada en la acogida en las ermitas. Y la atención a las ermitas tienen obligaciones bien concretas: por la mañana ir a trabajar en los campos, y después del almuerzo, por la tarde se observa el silencio para la adoración, el último día se dedica a hacer desierto, todo dedicado al silencio y la oración itinerante. A los que no les gusta trabajar manualmente, aquellos que buscan un retiro predicado con muchos sermones, ven con claridad que Spello no es su lugar. Nuestra defensa ha sido, desde el principio, ofrecer la ermita con unos aspectos muy duros y exigentes. De hecho, se impuso un límite de edad: para venir se pide haber cumplido al menos dieciocho años.

En total tenemos siete ermitas para grupos (10-15 personas) y cuatro ermitas individuales. Esto significa alrededor de 180 personas por semana durante el verano. Todos escriben antes de venir para reservar el sitio y permanecen con nosotros durante una semana desde el domingo hasta el domingo siguiente.

Esto supone en efecto una selección. Los que llegan durante la semana no se quedan ni en la fraternidad, ni en las ermitas, sino que se envían a Spello, con las monjas Agustinas, que ponen a su disposición una casa muy confortable. Con esto, el “turismo espiritual” se ha mitigado en gran medida. Lo que es muy llamativo y significativo es que a pesar de las condiciones de las ermitas, algunas sin agua, sin luz, sin servicio, las peticiones no disminuyen. Alrededor de 2000 personas no pueden venir cada año por falta de sitio. Lo sentimos mucho, sobretodo si uno se pone en el lugar del peticionario, pero entendemos que no podemos hacer más. Esta es nuestra manera de proceder y nos parece acertado. Por supuesto que no faltan las excepciones. Y el Señor a veces se burla de nosotros, de nuestras precauciones y de todas nuestras reglas.

Tamanrasset, 19 al 20 de marzo.

Nos encontramos con Antoine Chatelard que está solo en este momento. Hablamos mucho de las investigaciones que ha hecho acerca de Carlos de Foucauld. Es bueno saber que Carlos era un hombre vivo, siempre más por delante en sus ideas y en sus escritos. “La santidad, nos dice, consiste en vivir la vida que Dios nos ofrece, sin influencias ideológicas”. Esperamos que el trabajo de Antoine pronto pueda ser útil para toda la fraternidad.

Celebramos el Domingo de Ramos con las Hermanitas de Jesús y del Sagrado Corazón. Liturgia muy sencilla y profunda. Aquí nunca hay una multitud, pero sentíamos que celebramos unidos al mundo entero, este misterio oscuro del hombre que lucha entre la alabanza y la cruz, donde Dios parece haberlo abandonado.

De Béni-Abbès,  23 de marzo

Después de una rápida visita a El-Golea, donde está la tumba de Carlos de Foucauld (¡desde que las Hermanitas de Jesús, dejaron el lugar, él se encuentra solo otra vez!), llegamos a Béni Abbès.

En el camino, una hermosa tormenta de arena ha limpiado en parte, la pintura de nuestro coche. Alegría por encontrarnos con nuestros hermanos y hermanas y celebrar juntos la Pascua. Podemos quedarnos tres semanas en la ermita.

Pascua, 26 de marzo

Esta noche hemos cantado la Resurrección. Es preciso proclamar que la muerte ha sido vencida. Esta expresión me pide un esfuerzo sobrehumano, porque toda la realidad, la historia de los hombres y las naciones parecen contradecir radicalmente este anuncio. Cuando lo pienso, me siento confundido. Debo confesar que, después de todo, tengo todavía un largo camino por recorrer para creer realmente en la Semana Santa. Medito en todo esto, en esta noche, en la que la hermana Alice ha hecho sus votos y el hermano Alain Blanchette ha pronunciado su promesa. El Espíritu sigue suscitando hombres de esperanza que, tal vez, sin ni siquiera saberlo, son impulsados en el fondo de sí mismo, por una locura que viene de lo alto. Insisto ante el Señor que me dé este don de la esperanza. La esperanza va a ser el tema de reflexión este año en Spello. Cada año tenemos un tema que se ofrece a todos aquellos que quieren permanecer en las ermitas.

Desde el año1976 se vienen ofreciendo una reflexión y una revisión de vida sobre el tema del discipulado. El primer año fue “El discípulo, él que sigue a Cristo”. El año pasado, “El discípulo, él que vive de la fe" (con todos los aspectos prácticos del compartir la riqueza y la libertad en el Evangelio de Lucas.)

Este año es “la Esperanza”. Y el año próximo, “la caridad del discípulo”.

Concretamente, la propuesta se realiza del modo siguiente: el lunes, a la seis de la tarde, todos los que están en las ermitas bajan a reunirse en el claustro de la fraternidad. Cada uno con su Biblia, para seguir los tres pasajes bíblicos que desarrollan el tema de este año. Después los tres puntos se reflexionan en la ermita el martes, miércoles y jueves. Cuando vamos a visitar las ermitas en el momento de la comida retomamos el tema. Hemos visto que es muy importante proponer un tema ya que ayuda a las personas en sus oraciones y los lleva a confrontar sus vidas con la Palabra. Muchos siguen después con el tema en  su casa o en sus parroquias durante todo el año. 

Béni Abbès, 6 de abril.

De vez en cuando en Béni Abbès, salgo de mi ermita para ir a visitar a los hermanos en la fraternidad. Encuentro siempre un ambiente acogedor y fraternal. Los hermanos hacen frente, al mismo tiempo, a muchas tareas: trabajo, escuela, visitas. Es una fraternidad muy exigente y la disponibilidad que tienen los hermanos, en algún momento, tuvo que conocer la dificultad para su purificación. La acogida, la disponibilidad a las personas que llegan, la escucha, requieren una pobreza que uno tiene que haber vivido para comprenderla.

En estos días he pensado en la pobreza que se requiere para la acogida. En Spello, por ejemplo nosotros, y los hermanos, vivimos en la misma casa con la gente que nos visita. Esta realidad comporta muchas exigencias, ya que no es la fraternidad que se inserta en un entorno, sino que de fuera vienen a nuestra casa. El resultado es que nunca estamos en casa situación muy difícil de aceptar después de algún tiempo. Algunos ejemplos sencillos: a menudo me veo obligado a guardar cola para lavarme o bañarme, comer, echar un vistazo a los periódicos, no puedo escuchar la radio cuando quiero porque hay que estar en silencio... etc. En definitiva, no gozas nunca de la libertad de aquellos que están en su propia casa. Después nos encontramos con el mismo horario del día: por la mañana temprano tenemos laúdes y el desayuno, trabajo de las 8 a las 12. Giovanni se encarga del correo y luego hace su trabajo: iconos, cocina... Mientras yo voy al campo con un grupo de 10-12 personas (con Pierangelo  se cultivan parcelas, que son muy útiles para tener verduras, pero este quehacer ¡también nos da mucho trabajo!). No podemos enviar a toda la gente a los campesinos de alrededor. A veces vienen conmigo la gente “más problemática”, a menudo con problemas de drogas; les dirijo el trabajo porque mucho de ellos no saben distinguir la hierba mala de la lechuga así como manejar herramientas les provocan enseguida dolores en la cintura. Al mediodía, Giovanni, Carlo y yo compartimos la comida, por lo general cada uno repartiéndonos entre los diferentes grupos. Es un momento importante para la gente por lo que hemos de estar atentos y a su escucha.

Al regresar a la fraternidad, con frecuencia, se hace una pequeña siesta. Y a las 14,30 horas empieza el “silencio general” y la adoración hasta las 18 horas. Durante este tiempo, tenemos que orar, preparar la homilía de la misa, y casi siempre, todos los días, hay gente que pide hablar o confesarse. Para la cena, visitamos de nuevo las ermitas; es otro momento importante ya que las personas esperan tener una relación más íntima con nosotros y en verdad lo desean. Con este ritmo, el único momento que tenemos para encontrarnos solos entre nosotros, es entre las 23 y las 23.30 horas.

El servicio de la Palabra es también una tarea importante. Tenemos que comentarla en las laúdes de la mañana y luego en la liturgia de la tarde, y se debe hacer con una seria preparación. El lunes, martes, miércoles y viernes, celebramos la misa. Y el jueves por la noche tenemos una celebración sobre un tema bíblico (preparado) siempre en relación con lo que se comentó el lunes anterior.

Al final del día de desierto, al atardecer del sábado, se celebra una liturgia de la reconciliación, que se acaba con el canto de “Exultet” y tres salmos de la Pascua. Y el domingo por la mañana se vive el anuncio de la Pascua.: laúdes  de la Resurrección, la adoración y la solemne misa de Pascua, seguido del almuerzo en común en el claustro al que asisten más  de doscientas personas.

Después del almuerzo, comienza otra semana con la acogida de los recién llegados. Lo más duro, para mí, es especialmente la intensidad de la palabra y la escucha. La gente tiene sed, sed de la Palabra y sed de ser escuchado. Algunas personas tienen serios problemas o situaciones delicadas que afrontar en su vida cotidiana, no piden soluciones, pero desean hablar con un hermano. Muchas veces me siento psicológicamente saturado, lleno, con el único deseo de escaparme, pero en conciencia no se puede. Nos vemos obligados a aprender a hacer las cosas con amor. Yo no creía que la acogida era una escuela tan evangélica y tan dura.

16 de abril

Ya es tiempo de marcharnos. ¡Estos días han pasado tan rápido! Noto ya el beneficio de esta parada. La oración del Salmo 30 resume un poco mis sentimientos: un hombre se ha pensado fuerte y sólido como una montaña, pero es suficiente que Dios esconda su rostro por un momento para “sentirse bajar a lo más hondo de la fosa”. Nunca antes como en estos días, sentí toda mi debilidad y me voy con un sentido mucho más agudo de mi “polvo”. Hemos podido apreciar durante nuestra estancia, la acogida y la hospitalidad de las hermanas de Jesús. Todos los días prestan una gran atención a los que pasan por aquí que, por otra parte, no se quedan indiferentes ante el testimonio sencillo y vivo del mensaje de Carlos de Foucauld. Estamos muy contentos de haber conocido a la fraternidad de las Hermanas del Evangelio. ¡Si es verdad que Carlos de Foucauld buscaba un ideal de pobreza y de inserción debería encontrarse muy contento y orgulloso de ver la obra! Ha sido para mí importante encontrarme de nuevo con la hermana Chantal, regional en América Latina. Pudimos intercambiar algunas ideas sobre la evangelización, especialmente de su estancia en Riobamba, en el equipo de Monseñor Proaño. Esta experiencia es muy importante para nosotros y merece ser conocida al tiempo que puede inspirar nuestra manera de proceder, Me alegro de haberme encontrado con estas diferentes fraternidades de hermanos y hermanas. Qué diversidad entre Spello, Tazrouk, Béni Abbès Hay una riqueza, una complementariedad, que merecen ser acogidas como un don del Espíritu. Sentí una profunda comunión entre nosotros. Mañana tomaremos el camino de regreso a casa. Pequeñas paradas previstas en El Abiodh, Argel,Túnez.

26 de abril

Ya estamos en Spello. Allí nos encontramos con las novicias de las hermanas del Evangelio que hacen su mes de oración y de estudio bíblico y también nos encontramos con la lluvia y la humedad que nos habíamos olvidado en nuestra estancia en el desierto. Nos preparamos para el verano que se aproxima. Como el año pasado, este verano, también podemos contar con la ayuda valiosa de la hermana Gabriella, y posiblemente también de otra hermana de paso (¡nuestra fraternidad es “mixta”!).

De Carlo Carreto, agosto de 1978

Sí, he dado mi adiós al Sahara, al desierto de El Abidodh, a Beni Abbes, a Tamanrasset. Este desierto que habló totalmente a mi corazón de hermano y me ayudó a encontrar el coraje y la fuerza para vivir el compromiso de la fe. Encontré  a amigos de antaño. Claro, que han crecido. Mi pequeño ayudante, Abdel Kader (que jugaba sobre el Land Rover  de la “La lluvia provocada”, la empresa de investigación  en la cual fuí contratado), lo encontré en Tam como mecánico jefe de un taller.

Cuando llegué, puso su coche a mi disposición, para recorrer a lo largo y a lo ancho el terreno en donde he trabajado antes durante diez años. Ha sido magnifico. Si Tam ha cambiado, si Béni Abbès ha crecido, el desierto se ha mantenido igual, y encontré los lugares donde había pasado muchas noches bajo las estrellas y donde mis amigos tuareg o haratin me estaban esperando, al regresar de mis giras, para conseguir un poco de tabaco, o simplemente una sonrisa.

Este último encuentro con el desierto, me confirmó por completo en mi vocación y me ha confirmado que el camino donde estoy comprometido, era algo que excedía con mucho la visión de nuestra pequeña congregación de los Hermanos. Mientras tanto, he entendido mejor el eco de las “Cartas del Desierto”, que pronto será traducida al chino. El desierto se refiere no solo a los hermanos sino que es un interrogante para todos los cristianos.

Esta experiencia también explica Spello, mi fraternidad actual: el silencio, la oración contemplativa, la pobreza, la dureza de la vida, el servicio a la humanidad, la acogida. Todas estas intuiciones se han convertido en tarea de la Iglesia, configurada y adecuada para grupos cristianos, que surgen un poco por todas partes. Si sigo hablando de esto, corro el riesgo de no terminar nunca…

Si creéis lo que estoy diciendo y si estáis interesados en mis experiencias, os remito a mi último libro, “El desierto en la ciudad” Pensé que era hermosa, antes de morir, presentar la síntesis de dos intuiciones básicas del Padre de Foucauld y de los hermanos: “estar  presentes ante Dios y ante los hombres”. Lo he creído, en mi pobreza y mi pereza,  lo he vivido mal, tan mal que me disculpo por hablaros de esto.

De Giovanni R., abril de 1978

La fraternidad de Spello no es una fraternidad de oración, pero si una fraternidad que reza entre los hombres. Tampoco nos esforzamos por enseñar a orar, porque ninguno de nosotros es un maestro, pero el esfuerzo que hacemos, más bien es de descubrir la Palabra de Dios, de orar con ella, para después intentar vivirla. El segundo esfuerzo que hacemos es ayudar a los que vienen a Spello a comprometerse y actuar en sus comunidades locales de iglesia, a las que respetamos y creemos.

De Carlo C. Speco di Narni, en septiembre de 1980

Estoy terminando mi año sabático. Me retiré a un lugar fantástico. Se trata de una pequeña ermita franciscana en las montañas de Narni. Ermita que dio hospitalidad a san Francisco y san Bernardino de Siena. Pasé cerca de tres meses en silencio. Mi trabajo consistió en escribir un pequeño libro sobre el mensaje de san Francisco  encargo de los padres franciscanos para el octavo centenario de su fundación. ¡Estoy feliz! Ahora tengo que volver a Spello y os aseguro que estoy preocupado por el trabajo abrumador que me espera. Spello es cada vez más en un refugio para jóvenes con problemas, con experiencias con drogas, en busca del verdadero valor de la vida que han perdido. Tendríamos que estar más hermanos para la atención de la gente pero de hecho estoy casi siempre solo porque José viaja con frecuencia, para encontrarse y reunirse con otras personas pobres en las grandes ciudades. En efecto, puedo decirlo: en Spello no falta el trabajo y el sufrimiento. Es realmente el corazón de las masas (“Au coeur de masses”). Rogad por nosotros, hermanos, para que seamos fieles hasta el final. Estoy muy cerca… del final.

De Carlo C., marzo 1983

Aquí sentimos que se realiza nuestro compromiso de consagrados. Spello representa, para muchos jóvenes, una síntesis de valores como la pobreza, la Palabra de Dios, el silencio, el trabajo, la oración prolongada, valores que pueden ayudarles a vivir su desierto en la ciudad hoy en día. Siento que me encuentro al final de mi camino. Y necesitamos otro hermano que pueda caminar con nosotros. En una búsqueda más a fondo de este tipo de trabajo, especialmente en este momento, en que aumenta cada vez más los verdaderos pobres modernos, como las personas que no tienen seguridad, los drogados, los desarraigados, los peregrinos en los caminos del mundo. Estoy seguro de que el Señor nos enviará los hermanos que necesitamos con urgencia.

Le ruego me disculpen de no haberles dado, como hubiera sido mi deseo, el ejemplo vivo que debería dar un hermano pequeño, especialmente si uno es viejo. Gracias por vuestro cariño y os espero aquí para aprovechar las ermitas en vuestros tiempos de oración. Vuestro hermano Carlo.

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(1) Fraternidad ubicada en el Camerún (África).

(2) Recoleto convento franciscano situado en el monte Subasio donde se retiraba san Francisco de Asís para orar.

(3) Río que trascurre desde el monte Subasio a Foligno y desemboca en el lago Trasimeno.

(4) Fraternidad obrera situada en un barrio de chabola en las afueras de la ciudad de Lyon (Francia).

(5) Carlo vivía su vocación de anunciador de la palabra de Dios como diácono permanente.

(6) Fraternidad del postulantado en un pueblo en la zona de Lyon, Francia.

(7) Pueblo de colonización creado en la llanura, en las cercanías de Spello.

(8) Traducción Biblia de Jerusalén.

 

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