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Hermano Carlo Carretto

saint-laurent de neste (noviembre 1962 - julio 1964)

De Arn, noviembre 1962.

Nuestra estancia en Saint-Laurent va para un mes y estamos sorprendidos de cómo todo se desarrolla con tanta rapidez: nos estaban esperando el sol, los Pirineos, la iglesia, Neste (torrente), además del párroco y del alcalde.

Nuestra pequeña casa se encuentra en el centro del pueblo, al final de un patio. Una sala común en la parte inferior y tres pequeños dormitorios arriba. La capilla provisional es muy hermosa, pintada con vidrio de color. Las monjas de los conventos cercanos y unas cuantas personas nos consiguieron camas, mesas y armarios viejos.

¡Ni le cuento la alegría, compartida con Carlo, al “descubrir” el inmenso ático! El párroco acompañado de cinco fieles vino a celebrar la liturgia el 12 de noviembre. No hacía diez días desde nuestra llegada y ya trabajé mi primer día. Hago de peón en una empresa de albañilería que emplea a unos treinta trabajadores en diversas obras de construcción.

A Alain le gusta recorrer los siete kilómetros que lo separan del hospital psiquiátrico en donde trabaja de enfermero auxiliar. Pidió ser titular pero por el momento tendrá una pequeña responsabilidad en el pabellón de los niños. Alguna vez os hablará de sus 1.100 pacientes.

Carlo está disponible en la fraternidad, lee a san Juan de la Cruz, charla con unos y con otros, hace la compra.

En la hoja parroquial, nos presentaron a Carlos y Alain  como Hermanitos que imitan la vida trabajadora del Señor, en unión con cada familia. Residimos cerca de Lourdes. Estamos felices de ejercer la hospitalidad con cada hermano y con todos los amigos que pasan por aquí.

De Rene V., Roma, Miércoles 9 octubre 1963.

Llego a Roma. Regreso de nuevo al pequeño apartamento tan hermoso en Vía Aurelia del que en este año se aprecia su utilidad más que nunca así como su magnífica ubicación. Carlo me estaba esperando con su característico don de la hospitalidad, y también Arne, ya acostumbrado al ambiente de Roma y feliz de estar en el centro de la Iglesia. Estará aquí hasta finales de mes.

Desde mi llegada estoy de nuevo inmerso en la vida romana, en sus dos aspectos, uno dedicado a las Hermanitas, y otro en el seguimiento del Concilio. Todas las mañanas a las 7 horas el “dos caballos” de las Hermanitas viene a buscarme. Celebro la misa en la fraternidad de Tre Fontane y paso allí la mañana. A consecuencia de la sobrecarga de trabajo que conlleva el Concilio impartiré a las Hermanitas una sola conferencia al día. Son en total alrededor de 150 las que siguen cada sesión, que comenzamos a principios de septiembre, 57 de ellas pronunciaron sus votos en san Pedro el 26 de octubre.

Por suerte, Carlo está presente para atender el teléfono y anotar las citas con los obispos que quieren verme y con los que debo encontrarme. No os voy a decir en detalle como  van estas reuniones, sería demasiado largo. Voy a resumir todo lo que pudiera despertar en vosotros mayor interés..

Martes, 5 de noviembre.

Carlo ha tenido una breve audiencia con el Santo Padre. En el pasado trabajaron mucho en la Acción Católica Italiana. Le dijo al Santo Padre que desearía verlo después de las dos sesiones conciliares,  una vez que se encontrará menos ocupado en las tareas conciliares y en la atención de los numerosos obispos en Roma.

He aquí la respuesta de Carlo a la petición de René Voillaume solicitando ir a la fraternidad de Bindua en Cerdeña (Fraternidad de los Hermanitos del Evangelio.)

De Carlos a René V. Roma 15 mayo 1964.

Reza por mí en estos días de Pentecostés. Solo quiero hacer la voluntad de Dios y aceptaré lo que me pide. Lo único que le pido es que en todo momento se salvaguarde mi espíritu de contemplación. El resto no tiene importancia. Aquí todo va bien sea en las Congregaciones como en casa con mi padre. Hago fraternidad con él y con el Padre Lachance que viene a celebrar cada mañana a la fraternidad.

Hasta pronto. Con mucho afecto. Carlo.

 

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