Hermano Carlo Carretto

visita a Cerdeña con el padre Voillaume (febrero 1957)

De René Voillaume, 6 de febrero 1957.

Mi estancia durante cuatro días en Roma, ante todo, estaba motivada por el deseo de conocer Cerdeña en donde, desde hacia tiempo, pensábamos establecer una fraternidad, destinada en breve a transformarse en fraternidad de ministerio[1].

Al consultar a Carlo, conocedor a fondo del estado en que se hallan las regiones de Italia, conocí que, entre las regiones obreras abandonadas, donde la jerarquía estaría favorable a nuestro proyecto, era la zona minera del sur-oeste de Cerdeña. Como Carlo tenía que ir a Roma por razones familiares, lo tomé como guía para visitar Cerdeña, lugar donde vivió dos años y conoce a mucha gente. El viaje, con esta preparación, fue fructífero, a pesar de ser breve. El jueves siete, por la mañana, conocí a la familia de los padres de Carlo que celebraban sus bodas de oro. Faltaba solo el obispo misionero en Tailandia, que viajó, hace un poco más de un año, a El-Abiodh. Llegamos la misma tarde a las 17,30 horas a Cagliari donde nos esperaba un amigo de Carlo para conducirnos sin tardar a visitar al obispo de Ales, una de la dos diócesis mineras de sur de la Cerdeña. De este modo entré en contacto con la región de la Cerdeña.

La isla recuerda a los países del Mediterráneo, pero con una mirada y un ambiente especial. Cagliari es una ciudad abierta y acogedora. La gente de la isla es muy agradable, sencilla, pobre pero muy abierta y hospitalaria. No puedo describir hasta qué punto me conmovió la sencillez de la acogida que nos hicieron en todas partes y especialmente del clero y los seminarios que visitamos. El amigo de Carlos, que nos acompañaba, era un veterano de la Acción Católica, diputado en la Asamblea Regional. Cerdeña, como Sicilia, disfruta de una cierta autonomía política, con una Asamblea Regional, y un verdadero gobierno autónomo en algunos sectores administrativos.

Ya había caído la noche cuando llegamos a un pueblo grande donde se encuentra el obispo de Ales, Mons. Tedde. Éste vive en una escuela secundaria que se acaba de edificar. Monseñor piensa que las minas más importantes, y la más aisladas, se sitúan en el territorio de la diócesis vecina, a donde iremos al día siguiente. El día ocho lo dedicamos a visitar los centros mineros más importantes de la diócesis de Iglesias. Primero, fuimos a visitar al obispo Mons. Pirastru, quien nos recibió muy cordialmente, nos ofreció vino local y nos escuchó hablar de la fraternidad al tiempo que nos dio, con todo su corazón, el consentimiento para una fundación en un pueblo minero. Llamó él mismo a un  sacerdote, párroco de uno de estos centros, para que nos acompañara a visitar el lugar.

Los centros mineros se concentran en un radio de cincuenta millas alrededor de Iglesias, que es un pequeño pueblo pintoresco, con calles estrechas, convertido en centro de la mentalidad obrera empapada de comunismo. Fuimos a ver los dos principales centros, minas de plomo y de zinc, en donde los párrocos con entusiasmo, se disputaron el privilegio de la fundación. Varios sitios se ofrecían como posibles para abrir nuestra fraternidad. Bindua nos parece ser el más propicio. El lugar es un conglomerado compuesto de un millar de mineros que construyeron de manera espontánea sus casas, en una especie de “barrios bajos”; tiene un centro que se halla equidistante a varias minas. No tiene ningún sacerdote o capilla y el comunismo está presente. Me parece que es el lugar donde la fraternidad encontraría su mejor ubicación. También hay posibilidad de trabajo para los hermanos, incluso para un hermano no italiano.

Mons. Pirastru se muestra de acuerdo con la fundación y no presenta objeción alguna a la posibilidad de que un hermano sacerdote trabaje con jornada reducida.

horizontal rule

[1] Se llamaba “Fraternidad del ministerio” a las fraternidades que, además de compartir la vida con sencillez con los pobres, “estaban abiertas a la evangelización”. Fueron el origen del nacimiento y fundación de los Hermanitos del Evangelio.

 

 

¿Quiénes somos?   -   Contacte con nosotros   -   Mapa del sitio   -    Aviso legal 

Logotipo de la Familia Carlos de Foucauld